¿Qué debe saber quien desee criar?
Cuando empezamos a criar desconocíamos muchísimas cosas. Desde la ignorancia cometimos errores que podían haberse evitado. Por eso me he animado a escribir este artículo, para dedicárselo a quien anhele iniciar un proyecto de cría. No pretendo desanimar a nadie -la experiencia de criar es sin duda extraordinaria- pero no basta con amar a los gatos, ni siquiera es suficiente haber tenido varios en el pasado. La convivencia con machos y hembras no castrados, además de sus crías, es algo totalmente diferente a cualquier otra situación compartida con ellos.
No hablaré de la información disponible en las webs de las asociaciones felinas donde explican cómo afiliarse a ellas, tramitar pedigrís y se dictan ciertas directrices éticas de crianza. Me referiré a las cuestiones básicas que no son tan obvias para un neófito: funcionamiento interno del criadero, día día con los gatos y posibles problemas que surgirán y que deberá solucionar.
Sin duda olvidaré un montón de detalles. Me encantaría que los lectores de este artículo contribuyeran a enriquecerlo. Puede que así lleguemos a completar entre todos una especie de: Guía Básica de Iniciación en la Cría de Gatos.
El hábitat de los gatos
Debe ser legal, seguro, limpio y no estar aislado.
Lo primero que mencionaré es que las Comunidades Autónomas regulan la cantidad de ejemplares que se pueden tener en un hogar en calidad de animales de compañía –en Madrid, por ejemplo, el límite es cinco-, cuando se sobrepasa ese número, se exige que se tramite un núcleo zoológico. También está regulado por ley el tamaño mínimo de los habitáculos destinados a los animales, los metros cuadrados por cada ejemplar y la existencia de ciertas condiciones. Recomiendo que consulte este tema en el ayuntamiento más cercano.
En cualquier caso, esté o no regulado por ley, las estancias de los gatos deberán ser lo suficientemente amplias como para introducir areneros -lo óptimo es uno por gato-, bebederos y comederos -alejados del arenero-, sus rascadores y juguetes.
Una de las variantes que mejor le permitirá disfrutar de sus mascotas, es convivir con ellos día a día en la casa familiar. Es una opción válida y cercana, siempre que asuma y sea consciente que su estilo de vida deberá adaptarse a la naturaleza de los nuevos compañeros. A lo largo de este artículo describiré algunos de los múltiples aspectos que componen tal naturaleza.
Otra opción, es fabricar gateras acondicionadas anexas al hogar. A priori es una opción igualmente válida y una solución estupenda al resto de las particularidades asociadas a la cría. Pero recuerde que los gatos que no tienen contacto con las personas se convierten en animales ariscos. Debe encontrar un modo de relacionarse con ellos adecuadamente para que no se resienta su sociabilidad.
Cada una de las estancias a las que tengan acceso los mininos tendrá que ser totalmente segura para su integridad. El “síndrome del gato paracaidista” le ha costado la vida a muchas mascotas que se han lanzado al vacio desde balcones y ventanas desprotegidas, ciertas plantas ornamentales son venenosas para los gatos, y desde luego hay que evitar accidentes con cables, enchufes, medicamentos, productos tóxicos, rendijas de escape, objetos punzantes o calientes etc.
La limpieza de los sitios frecuentados por animales es más efectiva si se usan desinfectantes potentes. En las gateras pueden combinarse estos productos con limpiadoras a presión para esterilizar rápidamente. En las casa, donde esta opción no es posible, necesitará dedicarle más tiempo a la desinfección de cada rincón. Cuidado: La mayoría de estos producto son tóxicos para los gatos.
Convivencia felina
El espacio físico limitará el número de ejemplares del criadero.
Los animales hacinados sufren muchísimo estrés. En los felinos esta patología se manifiesta de muy diversas maneras: cambios de comportamiento, agresividad hacia gatos y/o humanos, apatía, defecan fuera del arenero, se arrancan el pelo, se mutilan, las madres presenta cuadros de canibalismo hacia sus crías, y muchos otros comportamientos indeseados.
Pero aún sin caer en el hacinamiento, un criador tiene que conocer y respetar sus límites por el bien físico y mental de los gatos y en aras de una convivencia tranquila. No se deben tener más gatos de los que se puedan atender según el espacio y el tiempo del que se disponga. (Casi al final de este artículo, en Consideraciones generales, describo un caso extremo pero posible, que ilustra mejor esta afirmación).
Sobre las Hembras
Las hembras deben vivir separadas permanentemente de los machos.
En teoría, el estímulo que necesitan las gatas silvestres para entrar en celo es la exposición a 12 horas de luz diaria y una alimentación adecuada como para alcanzar 2,5 kg de peso. Sin embargo, desde que conviven con los humanos la frecuencia, intensidad y edad de aparición de los ciclos se ha vuelto impredecible. Las hembras domésticas, sometidas a distintos patrones de luz artificial y con una alimentación adecuada, pueden llegar a estar en celo todo el año.
Aunque el comportamiento durante el estro varía mucho de una gata a otra, lo más común es que emitan incómodas vocalizaciones, que roten sobre sí mismas, se froten constantemente con objetos y personas, ladeen la cola, pisoteos, lordosis, etc. Algunas hembras en período de celo llegan a orinar en distintos sitios imitando el marcaje de los machos. Suelen alternar una semana de celo “evidente” y otra semana “tranquila” durante toda la primavera, verano y parte del otoño, incluso cuando amamantan a sus crías pueden continuar ciclando. Otras hembras, en cambio, tienen celos igual de fértiles pero totalmente silenciosos e inadvertidos.
Es muy peligroso que varios sementales tengan acceso a una hembra fértil, -los felinos pueden tener cachorros de distintos padres en una misma camada-, para un criador sería un verdadero problema a la hora de solicitar pedigrís. También debe saber que una pareja de gatos es capaz de concluir satisfactoriamente una cópula en pocos segundos -sobretodo cuando no son primerizos-, no habrá tiempo de evitarlo si los gatos están físicamente cerca.
Por otro lado; las asociaciones felinas regulan las edades mínimas y máximas en las que los ejemplares pueden concebir y la cantidad de camadas en un tiempo específico. Esto significa que no podrá dejarlos aparearse cada vez que se les antoje. Además, un ejemplar sobreexplotado en la cría no estará en plena condición física y en consecuencia sus cachorros tendrán sistemas inmunes débiles.
Desgraciadamente ningún anticonceptivo felino inhibidor del celo es inocuo para las gatas, todos los disponibles tienen peligrosísimos efectos secundarios. El control de la natalidad es el primer problema que tendrá que resolver un criador. Es imprescindible que pueda disponer de espacios donde separar permanentemente a las hembras de los machos. Ojo: Los gatos aprenden a abrir puertas, un picaporte no será suficiente.
Sobre los Machos
Cada uno de los machos deberá tener un sitio propio.
Cuando los machos empiezan a sentir el llamado de sus hormonas comienzan a reclamar a las hembras. Este reclamo consiste en unos maullidos que se van volviendo más agudos, intensos y seguidos a medida que crece el gato. Llegan a ser auténticos rugidos desesperados, prácticamente insoportables para el oído humano. En ese momento deberá valorar si su afición por la cría está o no molestando a sus vecinos.
Otro de los comportamientos normales de los machos para atraer a las féminas es el marcaje con orina, cuyo olor es muy fuerte y desagradable. Los sitios para marcar los escogen a su antojo, sin importarles un recién estrenado sofá. Estos hábitos son propios de los sementales y son incorregibles.
Otra de las particularidades de los machos es que no pueden convivir pacíficamente con otros machos. A veces ni siquiera funciona que hayan estado juntos desde pequeñines. La presencia de otro u otros sementales es interpretada como competencia y pueden acabar enzarzándose en violentas y peligrosas peleas.
Sobre las Montas
Durante la monta deben estar solos el macho y la hembra. No siempre respetan nuestros planes.
La hembra suele ser la que se traslada hasta el sitio donde normalmente habita el macho. No deben ser molestados ni por otros gatos, ni por los humanos, ya que las distracciones afectan el ímpetu del encuentro. A algunos machos les intimida el olor de otros machos, deben intentar erradicarse todos los olores ajenos, tanto en el sitio donde se producirá el encuentro como en la hembra si antes se relacionó con otra pareja.
Las necesidades de higiene del espacio destinado a la reproducción se multiplican en ese período. Es normal que se arranquen montones de mechones de pelo y que en ocasiones también emplean el marcaje con orina.
A pesar que casi todas las hembras cuando están en celo se muestran receptivas, no es nada extraño que por inexplicables motivos se rechacen. Tampoco es raro que, a pesar de confirmar las montas y a pesar de que ambos hayan demostrado ser fértiles, una gata no se quede embarazada.
Sobre el parto
La madre necesitará privacidad en una habitación cálida y el criador disponibilidad horaria total.
Unas tres semanas antes de parir, la gata debe alimentarse con una comida adecuada para su estado y debe proporcionársele tranquilidad así como un habitáculo cálido, seco e íntimo para que lo adopte como nido. No es recomendable que una gata pueda ser interrumpida por otros gatos durante el parto o amamantamiento de los cachorros. Sin embargo, excepcionalmente, algunas gatas suelen aceptar gustosas la ayuda de otras, sobretodo si las une una gran amistad.
La mayoría de las veces las gatas son autosuficientes, pero desgraciadamente no están exentas de presentar complicaciones, por lo que es necesario prever con anterioridad a que veterinario 24 horas acudir si se necesita. También debe contarse con que, si la madre no puede cubrir las necesidades alimenticias de la camada -casos de gatas primerizas, camadas muy grandes, poca leche, hospitalización de la madre, etc.- los cachorros necesitarán tomas de biberón cada dos horas durante los primeros 15 días. Por todo lo anterior el criador tendrá que estar totalmente disponible y atento durante el parto y las primeras semanas de vida de los bebés.
Los cachorros reciennacidos son incapaces de controlar su temperatura corporal, de ahí que la temperatura del nido tiene que mantenerse entre los 29ºC y 35ºC, sobretodo si les falta el calor de la madre.
Sobre las crías
El criador deberá alejar a las crías del exterior. Se necesitarán muchas fregonas e infinita paciencia.
Al igual que con los adultos, todos los sitios a los que puedan acceder los cachorros deberán ser sitios seguros, con la añadidura de que pueden caerse o quedarse atrapados y no ser capaces de salir por sí solos. Aunque le será difícil imaginarlo sin haberlo vivido, esté preparado, porque una camada de cachorros encontrará todas las formas posibles de convertir una habitación en una hecatombe tan pronto como puedan correr y escalar. Son sumamente divertidos, hasta que le rompan el jarrón de porcelana china de su tatarabuela. Recuérdelo: Guerra avisada no mata soldados :-).
Hasta que los bebés aprendan a usar el arenero, -algunas crías tardan más que otras- necesitará estar muy pendiente para mantener la limpieza e higiene. Durante el proceso de aprendizaje los pequeños suelen errar: confunden la comida con la arena, no llegan a tiempo al cajón, no tienen claro el concepto de la limpieza felina etc. Evidentemente no todos los tipos de suelos son resistentes a las constantes micciones, ni los colchones tampoco.
Aunque para los cachorros es bueno relacionarse con otros gatos, debe controlar cuidadosamente que gatos adultos podrán visitarlos. Los bebés son muy sensibles a enfermarse e incluso a morir antes de la vacunación. Ni los cachorros, ni los gatos adultos con los que tienen contacto -incluida la madre- deberían salir al exterior libremente o codearse con animales que lo hagan o que no estén vacunados.
Salud
Es imprescindible contar con una zona de aislamiento y seguir todos los protocolos de prevención.
No es viable iniciar un criadero si no se tiene la posibilidad de aislar y tratar personalizadamente a los gatos que lo requieran. En una comunidad de animales el contagio es una amenaza constante. Deben ponerse en cuarentena tanto a los enfermos, como a los nuevos miembros que se introduzcan en el programa de cría. Incluso, también deben aislarse a los gatos que hayan visitado sitios de riesgo fuera del criadero (hospitales, exposiciones, hembras que estuvieron con machos de otras casas, machos que estuvieran con hembras externas, etc.) Hasta para algo tan sencillo como una diarrea, -cuyo tratamiento incluye un cambio de pienso individual- se necesita contar con una zona extra.
Debe practicársele una necrosia a todos los gatos que fallezca en un criadero, sean o no de raza. Frente a un caso confirmado de muerte por alguna enfermedad contagiosa, consulte con su veterinario las medidas a tomar para reducir riesgos. Ciertas cepas son resistentes a los desinfectantes comerciales y pueden quedar latentes tanto en objetos como en el ambiente.
Deben vacunarse y desparasitarse regularmente a todos los ejemplares de cría y a los animales que conviven con ellos. También deben testarse a todos los ejemplares de cría para todas las enfermedades de las que se dispongan test.
Atención: No siempre los gatos de cría están en condiciones de criar. Evite hacerlo si sospecha que no están en perfecto estado, porque comprometerá la salud tanto de los progenitores como de los cachorros. Las montas, los embarazos y partos son fuentes de estrés añadido para el animal y suelen provocar bajadas de defensas aún en gatos sanos.
Programas de salud para reproductores
Es deber del criador asegurarse que cría con ejemplares sanos y aptos
La salud de los ejemplares de cría y de su descendencia debería ser el primer objetivo de un criador. Para garantizarla será necesario establecer ciertos controles y tests rutinarios y periódicos para la detección precoz de enfermedades genéticas, -antes de usar a los ejemplares en la reproducción- y de enfermedades contagiosas, – antes de introducir nuevos individuos en el criadero.
El tipo de test varían según raza, región, predisposición, riesgos asumidos y otros factores, pero de manera general los gatos de raza Bosques de Noruega deberían estar testados, como mínimo para GSD IV, PK-def , HCM y CIN (todas enfermedades genéticas)
Consideraciones generales
- Todo las situaciones anteriores no se presentarán aisladas. Pregúntese si cuenta con el espacio suficiente como para tener a la vez: a las hembras en su sitio, a cada machos en otro, a una madre con sus crías en una habitación cálida, al nuevo gato que recién se compró y que aún está en cuarentena, y tantas habitaciones individuales como número de gatos vivan en su criadero -para aislarlos en caso de que cada uno presente una enfermedad contagiosa distinta-, por ejemplo; uno con una infección intestinal que le provoque diarrea y vomito, otro con conjuntivitis, otro con una infección respiratoria que curse por resfriado y fiebre, y otro con las pulgas que se trajo de alguna expo. Aunque le parezca exagerado un caso como este, y desde luego es poco probable que se tenga tan mala suerte, la Ley de Murphy es clara al respecto «Si existe la posibilidad de que algo suceda, SUCEDERÁ».
- Llevar a cabo todo lo anterior acarrea muchísimos gastos que apenas se cubren con la venta de los cachorros. Es incierto que se gana dinero criando.
- Conviene conocer a fondo la raza que se pretende fomentar: genética, enfermedades asociadas, origen, características, estándar etc.
- La Asociación Felina Española (ASFE) es la más grande del país en cuanto a número de afiliados y la primera asociación felina de España: www.asfe.net.
Si después de leer este artículo llega a la conclusión de que está en condiciones de asumir todo lo que implica críar responsablemente, estaremos encantados de ayudarle.
En cualquier caso, espero haber logrado el objetivo que me planteé: Informar.
¿Qué debe saber quien desee criar? es un artículo escrito por Linnet González Sánchez el 13 de marzo 2010 y revisado el 21 de Enero de 2014.
lo que necesita saber sobre la cría de gatos, conocer de un criadero ¿Qué necesita un criadero de gatos? ¿Qué requisitos deben cumplirse para criar responsablemente? ¿Cómo criar ?¿cómo saber si se puede criar? ¿Cómo funciona un criadero? ¿Qué hace falta para tener un criadero? cómo ser criador de bosques de noruega, Criar gatos bosques de noruega, criaderos de gatos, responsabilidad en la cría, ser un buen criador, no se puede vivir de la venta de gatos.